Soy ingeniero de profesión y hace algunos años me comencé a interesar en el tema de la atención plena. Ha sido todo un viaje para mí, que comenzó con la pregunta de si existe alguna manera probada científicamente de poder manejar los retos que nos va presentando la vida; una metodología que pudiese ser aprendida y que pudiese ser incorporada a nuestro día a día de manera natural, orgánicamente.

Mi búsqueda siempre se basó en la ciencia y comencé a explorar el concepto de la atención plena, fui cursando los diferentes protocolos y me quedé con muchísimas dudas y varias ideas de cómo me hubiese gustado que me enseñaran esa nueva visión de cómo vivir mi vida.

Me gustó tanto el tema que decidí estudiarlo de manera formal en la universidad y poner mis ideas a prueba. A raíz de mi tesis diseñé un protocolo ayudado por personas increíbles que la vida me fue presentando, tales como María Buendía. 

La idea era diseñar un protocolo que pudiese enseñar esas prácticas que vienen desde hace milenios de la tradición contemplativa, pero con un giro moderno, más sencillo, que se pudiese incorporar a la vida actual que nos deja con poco tiempo para nosotros y nosotras mismas, y que fuera más accesible tanto en el formato (en línea) como económicamente, con costos menores de los que se acostumbra en este tipo de protocolos. En nuestro caso a la mitad del costo para personas de países desarrollados y solamente un cuarto del costo para personas de Latinoamérica. 

Este es el resultado de ese trabajo de años, lo concebí como un sendero que parte desde lo más básico y que conecta con protocolos más avanzados y seriamente probados por la ciencia, desarrollados por grandes investigadores en este tema de la universidad en que me formé. Este es mi granito de arena, alineado con la apasionante intersección entre la ciencia moderna y la tradición contemplativa. Espero que encuentres esa paz y ese bienestar que tanta falta hacen en nuestra época.